dijous, 17 de març del 2011

La rotación laboral obliga a una vida familiar por turnos

Decía Woody Allen que “el trabajo es una invasión de nuestra intimidad” y, en parte, no le falta razón. Hay empleos con horarios que permiten una vida familiar estable, pero otros plantean trabas difíciles de salvar, e, incluso, los hay que apenas dejan tiempo de asueto.


 Los trabajos por turnos pueden dañar la vida familiar y personal de los trabajadores que los cumplen y, en contra de lo que se suele pensar, el nocturno no es el peor. Casi todos los expertos consultados coinciden en señalar que la rotación presenta múltiples obstáculos para establecer una rutina familiar.

El trabajo por turnos no sólo es perjudicial para la salud, sino también para la capacidad social de los empleados. Los profesionales con horarios fijos pueden encajar su vida familiar con más facilidad que aquellos que rotan cada semana. Los ritmos biológicos de éstos últimos no terminan de acostumbrarse a los cambios de horarios y suelen arrastrar una fatiga que puede perjudicar también su vida laboral. El horario de tarde y el nocturno tampoco son los más recomendables, pero permiten una cierta rutina personal. 

Turnos complicados 

Según Laura Sanz, directora de oficina de Randstad, “los turnos más complicados son los de tarde y los de noche, aunque el simple hecho de rotar afecta a las relaciones personales”, pues “no se puede crear un hábito de vida personal por el cambio constante que sufren”. Y es que aquí está el quid de la cuestión. Los turnos de tarde y noche, en cierto sentido, permiten una cierta interacción con la vida personal, mientras que el cambio constante es lo que desbarajusta la vida familiar que requiere de una rutina diaria.

Sobre este desorden en los tiempos biológicos, profesionales y familiares se refiere también el artículo de Fernando Mansilla-Izquierdo, Factores de riesgo psicosocial en el trabajo, publicado en psicología-online.com, en el que afirma que la organización adecuada, la correcta planificación del tiempo de trabajo y sus periodos de pausas determinan el buen desempeño de una tarea por parte de cualquier empleado. Y es que lo ideal sería que cada trabajador pudiera elaborar su escaleta de trabajo para poder compaginar sin problemas todas las esferas de su vida, pero la realidad impone otras normas. Dentro de estas reglas, que el calendario laboral esté fijado con antelación siempre permite encajar las responsabilidades personales en el día a día laboral, señala el Doctor José Ramón Azcona Castellot, subdirector del servicio médico de la Sociedad de Prevención de Maz Seguridad Laboral.

Y es que la rotación es mala, pero peor es cuando no tienes un turno establecido. Hoy en día, sobre todo a raíz de la crisis, hay quienes trabajan por encargo. Son los denominados freelance. Estos profesionales dependen de los plazos que se les impongan. En estos casos los turnos son prácticamente inexistentes. Estos profesionales dependen de un ritmo de trabajo deslavazado y es más que complicado compaginar la vida familiar con un horario no establecido.

Otra cuestión es cómo afectan los turnos a aquellos que aún no han iniciado una vida familiar. En este caso, el nocturno es el peor. Las alteraciones que produce este horario en los trabajadores no se reducen únicamente a los cambios en los ritmos biológicos. Según el estudio sobre la nocturnidad elaborado por el Doctor Azcona Castellot, el turno de noche también puede provocar trastornos nerviosos, neurológicos, del sueño, aislamiento social y, en algunos casos, aumento en la ingesta de alcohol y otros estimulantes. Este hecho se incrementa entre aquellos que deben trabajar solos (por ejemplo, en empleos relacionados con la seguridad y el mantenimiento). 

Soluciones 

El Doctor Juan Ramón Azcona Castellot, que elaboró hace unos años un protocolo de vigilancia de la salud en la empresa alternativo al desarrollado por el Ministerio de Trabajo, tiene clara la solución para estos problemas. Según el facultativo, el turno nocturno es el que menos posibilidades te deja para formar una familia, pero el rotativo apenas te permite dibujar un hábito de vida personal. De este modo, todos aquellos empleados que dependen de un turno deberían pasar por una evaluación de riesgos, cada año o cada dos años, para determinar que ese trabajador es apto para el turno en el que realiza sus funciones sin restricciones y sin riesgo personal.

Font: expansion.com