
Algunos sindicatos y parte del colectivo médico reclaman la construcción de un nuevo hospital Joan XXIII, como alternativa a las ampliaciones que han tenido lugar en los últimos años en el centro.
Desde estos sectores, se considera que las instalaciones, construidas en 1967, han quedado desfasadas y podría ser conveniente la construcción de un nuevo edificio para las próximas décadas, sobre todo teniendo en cuenta la entrada en funcionamiento del nuevo hospital Sant Joan de Reus.
Desde el sindicato CATAC-CTS, se ha pedido valorar la posibilidad. «Tuvimos una reunión con el delegado territorial de Salut y planteamos que siendo un hospital que tiene más de 40 años, estaría bien disponer de un centro puntero y que sea referencia de las comarcas tarraconenses, con unas instalaciones adecuadas al tiempo. Se han ido haciendo mejoras y ampliaciones pero sólo son parches», explica Gaspar González, delegado de la junta de personal de CATAC-CTS.
Desde el sindicato CGT, se mantiene que siempre han faltado inversiones. «La gente está desatendida, se debe invertir más en personal y en el edificio, que está obsoleto, aunque se han ido haciendo reformas», añade Agustí Aragonés, responsable sindical.
‘Sensación de marginación’
‘Sensación de marginación’
Ambos sindicatos se quejan de que el Hospital Joan XXIII no está recibiendo la asistencia adecuada. «En la reunión con Salut, dejamos constancia de nuestra petición. Entendíamos que había un cierto apadrinamiento de Santa Tecla y del hospital Sant Joan de Reus. Tenemos la sensación de que lo que es público acaba siendo de todos y de nadie. Parece ser que las apuestas por un centro nuevo están fuera del Institut Català de la Salut.Entre los trabajadores, hay la sensación de cierta marginación», añade González. El colectivo médico también apoya esta iniciativa. Un ejemplo es la opinión del doctor Emilio Mayayo, vicepresidente de la Acadèmia de Ciències Mèdiques de Tarragona: «Todo lo que se hace es sobre una estructura envejecida, del siglo pasado. En vez de gastarse los millones de euros en reformas, sería interesante invertirlos en una renovación total de una infraestructura futurista y moldeable, más de acorde con el siglo XXI».
Sin embargo, otros profesionales del centro creen que a pesar de que el edificio necesita reformas, la construcción de otra infraestructura no es una prioridad, como indica Josep M. Sabaté, vicepresidente de la Acadèmia: «Es un edificio con muchos años pero se están haciendo inversiones, aunque la imagen de antigüedad persistirá. Lo ideal sería hacer un hospital nuevo pero lo importante radica en la gente que hace el trabajo. Puedo entender el deseo de mejorar los espacios pero el servicio es muy potente».
Entre los profesionales del centro, la opinión es diversa, aunque la mayoría de trabajadores coincide en que más importante que los equipamientos son los servicios, que también registran carencias sobre todo por la falta de personal. «Levantar un inmueble espectacular no es garantía de buen servicio. Es mucho más importante la cantidad de personas que destinas a aquel centro», afirma Francesc, diplomado en enfermería. «Lo importante es invertir en plantilla. No vale la pena tener un gran edificio y que falte personal», añade Mònica, empleada del Hospital Joan XXIII.
Font: Diaridetarragona. com